Se consumó lo esperado

La derrota ante Crewe Alexandra solo nos deparó lo que el presente y el futuro estaba claro que iba a suceder, el descenso a la National League o lo que es peor, la salida de la Football League tras 112 años. Toda la historia del club tirada al retrete en menos de 3 años.

La llegada del dueño Bechetti ha sido un desastre desde el principio, quizás el hecho de casi ascender a Championship crea una cortina de pajarillos en la cabeza que hace que no se vea el objetivo y la idiosincrasia del equipo Oriental.

Ahora queda la duda de qué va a pasar con el equipo, con las deudas contraídas con el Estado y con los trabajadores, el hecho de caer a una categoría semiprofesional, utilizar a los jóvenes valores del equipo filial y juvenil, etc. Una pena que Hearn puso a Leyton Orient ahí arriba y por malvenderlo lo han dejado en la quinta categoría. Ya solo queda esperar que todo sea un mal trago de un año para volver con mas fuerza y, a ser posible, con otro dueño.

Cometiendo los mismos errores

Con la temporada nueva parecía que iba a cambiar todo pero a estas alturas de noviembre el Leyton Orient sigue igual que el año pasado o peor. Peor porque si bien adaptarse un año a la 4º categoría del fútbol inglés podía notarse en el rendimiento, no puede ser que ya con la experiencia de la temporada 2015-2016, se esté mas mirando hacia la Conference que hacia la League One que es el territorio natural de los O's.

El año empezó con nuevo entrenador, conocedor del terreno de estas divisiones subterráneas como era Hessenthaler. tras un reparto equitativo entre victorias y derrotas, el "magnánimo" dueño del club no tuvo otra idea que volver a desandar lo andado, es decir, volvió a buscar remedio en un extraño italiano para sacar a flote a los orientales.

Este nuevo hombre de apellido Casavin solo lleva ganados dos partidos, ambos como visitante. Con ese bagaje ya se puede uno imaginar como está siendo la cosa en Brisbane Road, un desastre. Además hay que sumarle la eliminación de forma escandalosa de la FA Cup ante el Sheffield United por un contundente 6-0 y otra eliminación esta vez de la nueva EFL Trophy (incluía a filiales de la Premier) en una fase de grupos al estilo Champions League.

En cuanto a la League Two, hoy que escribo estas líneas, el club londinense está en la posición 20º con 18 puntos en 17 jornadas. Para un aspirante a hacer algo importante como indicaba en la entrada anterior de este nuestro blog, el rendimiento está siendo nefasto. Tal es el caso de este negro periodo es que entre las salidas de jugadores durante el mercado veraniego se encuentra la del último buque insignia del casi ascenso a Championship, como es Dean Cox. Por no referirnos a su salida y las formas con promesas incumplidas, etc.

Para acabar, ya estamos casi en invierno y no sabemos si es peor el frío metereologico o el frío que produce el equipo cuando juega con una derrota detrás de otra. Solo queda esperar, que se hagan bien las cosas o que el dueña decida vender el club a alguien competente y que entienda la idiosincrasia de cada uno de los estamentos que componen la organización.

La recta final

Quedan cinco jornadas para concluir la temporada y el equipo y su entorno es un polvorín. No se sabe si Nolan sigue o no como entrenador-jugador, entrenador, jugador a secas o flotando en el aire. El dueño del club, Francesco Becchetti, ha tenido que salir a dar un comunicado para tranquilizar a las masas.

Y así llegamos a estas alturas de campeonato donde matemáticamente estamos cerca del objetivo de alcanzar los playoffs, aunque el verdadero era ascender directamente. Pero la sensación es que termine la liga para pensar en el año que viene y a ver que ocurre con los estamentos del club. Por lógica quedando tres partidos como local se tiene cierta ventaja para lograr los puntos necesarios, y solo queda esperar.

No despegamos

Tras un inicio esperanzador en esta temporada, después hemos llegado a un punto que no ocurría nada. Precisamente hablando de punto, así es como hemos ido hasta ahora, de punto en punto con alguna victoria aislada y derrotas tremendas que no ayudan a recuperar el lugar en League One.

Este momento de incertidumbre ha propiciado que desde las altas cúpulas del club se haya decidido prescindir de Ian Hendon, leyenda viva de los O's, y sustituirlo por Kevin Nolan, una leyenda del rival West Ham, como jugador-entrenador o entrenador-jugador. Al menos va a llevar el número 44.

El caso es que pasa la temporada, queda menos de media temporada y no se ven opciones de clasificarse como mínimo para los playoffs. También hay que reseñar la actitud de los mandamases del club que no dan pie con bola y se piensan que dirigir un equipo mas que centenario es como llevar un circo. En mala hora se produjo el traspaso de poder hacia Becchetti.

Solo queda esperar que con el cambio de manager, todo se enderece que vuelva Dean Cox de la lesión, sigan los goles de Jay Simpson y que la nave llegue a algo tan lejano, como aparenta, que es el ascenso a League One.

Malos momentos

De estar casi en Championship por los pelos de los penaltis a estar cerca de la League Two. Es lo que suele ocurrir cuando no se consigue el objetivo deseado, que al año siguiente cuesta trabajo y la frustración por no ascender se traslada al equipo.

Además hay que añadir el acontecimiento mas importante que le ha pasado al club en los últimos años, como fue la venta del club por parte de Barry Hearn, tras casi 20 años, al magnate italiano Francesco Becchetti.

El comienzo de esta temporada 2014/2015 está siendo desolador con tres victorias repartidas a partes iguales entre las tres competiciones (League One, Capital One Cup y Johntone's Paint Trophy). El resto entre derrotas y empates han llevado al Leyton Orient al borde de los puestos de descenso, aunque la esperanza es que quedan muchas jornadas para revertir la situación.

Puestos a comparar, hace un par de temporadas, el inicio fue muy parecido y al cabo de las 46 jornadas faltaron unos pocos puntos para llegar a los playoff. El artífice de todo esto, para lo bueno y para lo malo, es Russell Slade que está en la cuerda floja. Según unas declaraciones de última hora, se mantiene en el puesto después de hablar con el Presidente. Como he comentado antes, aún queda mucho y por tanto hay que reaccionar cuanto antes mejor.